Amigo presidente
Tras la precipitación de los acontecimientos, y aunque poco dado a las despedidas, considero de justicia manifestar públicamente mi reconocimiento por tu labor al frente de la Asociación de Palacios de Congresos de España.
A pesar de nuestra juventud, eternamente aparente, hace ya muchos años que nos conocemos y quisiera expresarte mi agradecimiento, afecto y consideración por los momentos compartidos y por la confianza depositada.
No cabe duda alguna del posicionamiento de la Asociación y de su evolución en estos 16 años. Desde el inicio, y con escasísimos medios, se ha ido convirtiendo en un referente para el tejido asociativo de la industria de reuniones y tienes buena parte de culpa. Hemos aprendido mucho de todos los compañeros, todos de todos. Hemos cometido aciertos y errores, solidarios, siempre desde el convencimiento de la importancia de los Palacios de Congresos y mirando el bien de la Asociación.